Aunque ahora es difícil de imaginar, en los primeros tiempos de la era Internet, las empresas eran en gran medida escépticas a la hora de adoptar una presencia activa de sus corporaciones on-line, algo que evidentemente con el tiempo ha ido cambiando radicalmente.
Y es que en un principio la inversión en tecnología para llevar a cabo ventas a través de la Red no eran prioritarias, hasta que llegaron los grandes del mercado como Amazon, y las cosas dieron un giro. De hecho hoy día la mayoría de los ingresos de muchas de estas empresas vienen a través de sus plataformas de software, por lo que un buen portal web o aplicación móvil es su máxima prioridad para potenciar estas ventas. Sin embargo, mientras navegamos o usamos nuestras aplicaciones móviles, todavía nos encontramos con muchos problemas. Hablamos de errores de todo tipo, páginas lentas y rendimiento de una aplicación, llegará al equipo de desarrollado con gran exactitud, lo que ahorra costes y tiempo.
Por todo ello la llamada inteligencia de software ya se está viendo como una parte clave en el propio ciclo de desarrollo de las aplicaciones. De hecho uno de los principales objetivos de todo ello es lograr encontrar errores antes de que los s lo hagan. Una plataforma de inteligencia de software ofrece a los equipos la capacidad de diagnosticar los problemas que los clientes están experimentando con una precisión absoluta, sin la necesidad de que estos informen de que se vieron afectados.