En el caso de que alguna vez nos veamos en la obligación de trabajar de manera habitual con ordenadores de otras personas, seguro que ya nos hemos dado cuenta de lo tedioso que es tener que estar instalando y desinstalando siempre los mismos programas una y otra vez cada vez que nos sentamos frente a un nuevo equipo.
Al mismo tiempo también nos tenemos que adaptar a las diferentes configuraciones que encontramos en cada uno de esos PCs, ya que nos es el propio, y tenemos que adaptarlo todo para que funcione a nuestro gusto y necesidades. Pues bien, llegado el caso, os podemos decir que existe una interesante a la vez que útil alternativa, que es llevar a todos sitios nuestra propia versión de Windows en el bolsillo, una versión lista para funcionar en cualquier ordenador y además con todos los programas que normalmente usamos, ya instalados y configurados.
Por tanto, para ello podemos configurar nuestra propia unidad USB con Windows a nuestro gusto e instalemos todas las aplicaciones que estimemos oportuno, ya que todos esos cambios ya se quedarán en la memoria USB para las siguientes veces que la usemos.