Si una plataforma ha conseguido acabar (casi) con la piratería del contenido audiovisual, esa es Netflix. Gracias a ella podemos acceder a uno de los catálogos más completos de series, películas y documentales bajo demanda, un catálogo que está en constante cambio, a cambio del pago de una cuota mensual. Sin embargo, tras el auge, siempre viene el declive, y ahora mismo Netflix va en caíde libre. Y, para intentar frenar la fuga masiva de s, a la compañía no se le ha ocurrido mejor idea que subir precios y empeorar condiciones.
Todos conocemos el truco de compartir la cuenta de Netflix. Pagando la modalidad más cara tenemos derecho a reproducir contenido en 4 dispositivos a la vez. Lo que no nos dice Netflix es que tengan que estar en el mismo domicilio, lo que lleva a los s a compartir la cuenta, y los gastos, con familiares, amigos y conocidos. Hace unos años, esta práctica no solo no le importaba a Netflix, sino que incluso parodiaba con ello. Pero ha llegado un momento en el que se ha cansado, y por ello, han decidido que, aunque compartan cuenta, todos los s que lo vean tengan que pagar el tributo a la plataforma.
Netflix le ha dado la espalda, hasta ahora. Además de la medida anterior, la compañía también quiere ofrecernos un nuevo plan más barato, pero soportado por anuncios. Y, por si fuera poco, el catálogo de este plan será mucho más pequeño y no tendrá, por ejemplo, los estrenos. Es decir, podremos pagar Netflix para ver anuncios y un catálogo peor.
Este plan parece mucho más seguro, y cercano, que el de cobrar por hogares, ya que la semana pasada sin ir más lejos firmó un acuerdo con Microsoft, ya que es quien se va a encargar de gestionar esta publicidad. Sea como sea, subir precios y empeorar las condiciones no debe ser lo adecuado para frenar la fuga en masa de sus s.
Veremos en qué acaba todo.