Tanto dentro como fuera de la Microsoft Store podemos encontrar un gran número de aplicaciones gratuitas, aplicaciones que no siempre cumplen con lo prometen, por lo que ir probando una tras otra para lo único que sirve es para poner en riesgo la integridad de nuestro equipo además de para llenarlo de basura que, con el tiempo, afecta a su funcionamiento.
Si acabamos de estrenar un nuevo ordenador como si hemos instalado Windows de cero, si queremos que el equipo funcione como el primer día, no debemos instalar cualquier aplicación que pase por nuestro PC. Lo primero que debemos tener en cuenta es la utilidad que le vamos a dar. De nada sirve instalar un editor de fotos gratuito si no tenemos pensado darle ninguna utilidad en un futuro. Lo mismo sucede con cualquier otra aplicación.
VLC. Si no queremos tener ningún problema a la hora de reproducir cualquier formato de vídeo o audio, esta aplicación es la primera que debemos instalar en nuestro equipo, una aplicación de código abierto y completamente gratuita. Si no te convence VLC, otra alternativa también gratuita, y muy buena, es MPC, o «Media Player Classic».