Si tenemos la necesidad de compartir archivos de forma habitual, uno de los métodos que nos permite realizar este proceso en menor tiempo posible es comprimirlos para que ocupen mucho menos espacio. Pero, si, además, queremos protegerlos para que nadie más que el destinatario, pueda acceder a su contenido, podemos utilizar alguno de los diferentes programas que os mostramos a continuación.
Si el motivo que nos invita a reducir el tamaño de los archivos es simplemente para que ocupen menos espacio en nuestro disco duro, a no ser que tengamos previsto almacenarlos en un disco duro externo o pendrive, es recomendable no utilizar una contraseña, ya que cabe la posibilidad de que esta se nos olvide y tengamos que recurrir a