Hace ya unas semanas que Microsoft lanzó la actualización 23H2 de Windows 11. Esta versión marca, principalmente, una nueva etapa en el desarrollo del sistema operativo, ya que el resto de cambios y novedades llegaron con la Moment 4 para Windows 11 22H2. Sin embargo, a pesar de ser una actualización pequeña, parece que está dando muchos más problemas, y dolores de cabeza, de lo que habríamos imaginado.
Los antivirus son, probablemente, el programa que más problemas da cada vez que tenemos que actualizar Windows. Incluso el propio programa de seguridad de Microsoft, Defender, no se libra de fallos, errores y problemas de rendimiento cada vez que llega una nueva actualización del sistema operativo.
Al abrir el de tareas nos encontramos con que el software se queda usando el 100% de la U y de la memoria RAM, y la única forma de recuperar el programa, y el PC, es reiniciando. Si Avira se queda bloqueado, no tienes por qué preocuparte, ya que más allá de la molestia, cuando Windows 11 detecta un problema con el antivirus, automáticamente toma el relevo y es Microsoft Defender quien se encarga de la seguridad.
Por desgracia, como ya hemos hablado, no es el más idóneo para ello.
Cómo solucionar el problema
En el caso de Microsoft Defender, la solución era tan sencilla como restablecer todos los ajustes del antivirus a sus valores de fábrica. Y, además, activar la virtualizacización de la U para que pudieran entrar en funcionamiento las funciones de sandbox. De esta forma, Microsoft Defender parecía funcionar sin problemas.
En el caso de Avira, no se sabe muy bien el origen del problema, ya que no tiene las mismas funciones de virtualización que el software de seguridad de Microsoft. Por tanto, la recomendación, en caso de usar este antivirus, es actualizar a la última versión, con la esperanza de que pronto lo corrijan. O, en caso contrario, buscar otro software de seguridad para proteger el PC, como puede ser Avast, en caso de buscar un antivirus gratis, o Norton 360, si lo que buscamos es una suite de seguridad completa.
Por último, si sigues teniendo problemas, otra solución (aunque más radical) es desinstalar por completo la actualización 23H2 de Windows 11. Puesto que los problemas están relacionados directamente con esta versión, al volver a la anterior 22H2 todo el sistema debería volver a funcionar con total normalidad. Y así podremos esperar a que se solucionen los problemas antes de actualizar de nuevo.