Los servicios de streaming no dejan de subir los precios. Plataformas como Netflix, Spotify, Disney+ y HBO, por citar algunos ejemplos, son cada vez más caras. Por ello, la inmensa mayoría de los s recurren a la técnica de compartir cuenta, un vacío legal que permite pagar la suscripción entre varios amigos o conocidos y reducir gastos. Esto ha sido así desde prácticamente siempre. Sin embargo, en los últimos años, la avaricia de estas compañías está haciendo que se persiga esta práctica para que cada pague su suscripción completa y, así, exprimir más nuestros bolsillos.
La primera compañía que tomó esta drástica decisión fue Netflix. El gigante del entretenimiento rojo ya está bloqueando las cuentas compartidas de todos los s en algunos países, entre ellos España. Los s con suscripciones pagadas en este país ya no pueden iniciar sesión desde direcciones diferentes al domicilio principal, haciendo que la función de compartir cuenta funcione tal como fue diseñada: para los s convivientes.
Tras el exitoso experimento de Netflix, ahora el resto de las compañías están planeando hacer lo mismo para impedir que sus s reduzcan gastos y que, cada uno que quiera ver su plataforma, pague la suscripción completa. Y así le ha llegado el turno a Disney+.
Por suerte, siempre nos quedará Ankara.