Además de tener la plataforma Xbox, Microsoft quiere que Windows 10 sea el ecosistema perfecto para jugar en PC. Por ello, la compañía permite usar los periféricos de su consola (como el mando de la Xbox) en Windows 10, brindando soporte oficial. Además, integra herramientas como la Xbox Game Bar o las funciones sociales de la consola dentro del sistema operativo para unificar la experiencia. Y, aunque a grandes rasgos funciona bien, y son los periféricos que mejor van a funcionar, el soporte de algunas de sus funciones deja mucho que desear. Y, según parece, Microsoft no tiene intención de mejorarlo.
Podemos falle con el mando de PlayStation (al no tener soporte oficial), o con un mando que podamos comprar en los chinos. Pero con el propio mando de Microsoft Xbox… es inaceptable.
El problema de Windows se encuentra en un punto entre el controlador de Bluetooth y el driver del mando de Xbox, ya que otros programas que leen la información desde el sistema operativo, como Steam Big Picture, también muestran los datos de batería de forma incorrecta.
Esperamos que estos problemas se solucionen pronto, aunque si tenemos en cuenta que en los foros de Microsoft llevan desde hace más de 6 meses hablando de estos problemas, y aún no se han solucionado, no creemos que ahora, de repente, lo vayan a solucionar.