Tanto la Barra de tareas como el Escritorio de Windows son dos elementos que nos llevan acompañando muchos años y versiones del sistema. No en vano utilizamos estos dos apartados de manera casi constante para diversas tareas con el fin de optimizar el funcionamiento del software de Microsoft.
Precisamente por esta razón se ha criticado tanto la nueva Barra de tareas que ha incluido Windows 11 en un principio. Se ha limitado en gran medida su funcionalidad con respecto a versiones anteriores del sistema operativo, aunque parece que Microsoft está dando marcha atrás. Aquí tendemos a añadir s directos a los programas que más utilizamos normalmente, y automáticamente se sitúan las aplicaciones en ejecución.
Si tenemos en cuenta que esta barra está constantemente a la vista, tendremos a todo ello de manera instantánea y en todo momento. Algo similar sucede con el Escritorio, algo de extrema utilidad usamos igualmente en todo momento. En multitud de ocasiones creamos carpetas o añadimos s directos a funciones y contenidos de uso habitual. Esto nos permite acceder directamente desde el Escritorio a los ficheros y carpetas más habituales y evitamos tener que navegar desde el Explorador de archivos.
De hecho, en ocasiones nos encontramos con que el
Este es un cambio que repentinamente podemos haber hecho nosotros mismos por error, porque algún programa haya modificado esta función. Por tanto, antes de avisar a nadie para que intente solucionarnos el problema, vamos a realizar este cambio que probablemente nos ayudará. Hay que tener en consideración que Windows cuenta con una opción personalizable que nos permite ocultar todo el contenido del escritorio de una sola vez. Esto se puede llevar a cabo por tareas relacionadas con la privacidad, por ejemplo, si otra persona va a usar nuestro ordenador.
Esto no borra nada, lo único que hace la función es ocultar los iconos y contenidos de este apartado del sistema hasta que revirtamos la función. Para lograr volver a ver todos estos contenidos en el Escritorio, pinchamos con el botón derecho del ratón sobre el mismo. A continuación, en el menú contextual que aparece en pantalla, nos situamos sobre la opción de menú Ver / Mostrar iconos del escritorio. En ese instante y de forma automática veremos cómo todos esos contenidos que habían desaparecido por arte de magia vuelven a estar a la vista.