Para poder usar todas las funciones de Windows sin problemas ni limitaciones es necesario activar el sistema con una licencia. Esta licencia puede venir incluida con el ordenador, y guardada en la BIOS del PC, o podemos comprarla nosotros por separado si queremos instalar Windows de cero y dejarla vinculada a nuestra Cuenta Microsoft. El proceso de activación es rápido, sencillo y solo hay que hacerlo una vez. Sin embargo, recientemente algo no está funcionando como debería.
Además de poder comprar licencias individuales de Windows 10 y Windows 11, Microsoft permitía licencia de Windows 7 u 8.1 y la habían usado para activar Windows 10/11 o para activar directamente a estos sistemas operativos usando los asistentes de Microsoft.
Si nosotros compramos en su día una licencia nueva, ya sea para Windows 10 o para Windows 11, entonces no vamos a tener problema con ello, ya que esta funcionará perfectamente en el PC y no se desactivará al actualizar la BIOS del ordenador ni tampoco al cambiar algún componente del PC.