Windows 10 vio la luz del día en verano de 2015. Han pasado ya 8 años desde el lanzamiento del que, según Microsoft, iba a ser la última versión de Windows. En 2021, la compañía sorprendió con el anuncio, y posterior lanzamiento, de Windows 11, el que hasta ahora es el último sistema de Microsoft con dos años de vida. Aunque ahora mismo los rumores apuntan al lanzamiento de un nuevo Windows 12, por ahora no hay nada seguro. Lo que sí es seguro es que el sistema más popular de Microsoft, Windows 10, en breve va a pasar a la historia.
Según está planeado, en octubre de 2025
Y es que Microsoft no solo aumentó el uso de RAM y fue más estricto con la U, sino que también obligó a usar un chip TPM 2.0 y Secure Boot para poder instalar el sistema operativo. Muchos ordenadores cumplen estos requisitos, ya que TPM 2.0 no es algo precisamente nuevo. Sin embargo, hay muchos ordenadores que lo traen deshabilitado de serie, por lo que no pueden usarlo. O simplemente no lo tienen y, aunque el ordenador es perfectamente compatible con Windows 11, no pueden usarlo por este requisito. Se calcula que, del total de mercado de Windows 10, el 40% no ha actualizado por este motivo.
Si a esto le sumamos que muchos s no quieren actualizar a Windows 11 porque no les gusta la nueva apariencia del sistema ni sus nuevas características, y están muy contentos con su Windows 10, conseguimos el resultado actual: que con poco más de dos años en el mercado, Windows 11 aún esté instalado en menos del 30% de los PCs actuales.
Tocará recurrir a actualizaciones no oficiales
No sabemos si Microsoft responderá, o no, a la petición del Public Interest Research Group. Lo que sí podemos dar por seguro es que nos va a tocar recurrir a actualizaciones y perches no oficiales si queremos seguir usando estos sistemas. Por ejemplo, durante 3 años a partir de 2025 (es decir, desde 2026 hasta 2028), Windows 10 va a tener actualizaciones de emergencia de pago, las cuales permitirá, especialmente a empresas, seguir actualizando sus sistemas.
También hay otras herramientas, como 0Patch, que nos permitirán seguir parcheando, en la memoria, estas vulnerabilidades.
Y, si no, siempre nos quedará la opción de pasar a Linux.