De un modo u otro, en la mayoría de las ocasiones intentamos que el trabajo con nuestro PC sea lo más productivo posible. Al margen de nuestros conocimientos, el ordenador como tal también juega un papel muy importante, así como el software que tengamos instalado.
Cuando ponemos en funcionamiento nuestro equipo, lo primero que se carga es el sistema operativo, que en la mayoría de las ocasiones es Windows de Microsoft. De ahí que intentemos tenerlo a nuestra disposición en el menor espacio de tiempo posible. Hay que tener en consideración que en el arranque de un software tan complejo como Windows, entran en juego multitud de factores.
De hecho, la propia Microsoft nos ofrece algunas funciones y características incluidas que nos permiten acelerar, en la medida de lo posible, este arranque del sistema del que os hablamos. Así tendremos a nuestra disposición y en perfecto estado de funcionamiento el ordenador, lo antes posible.
Precisamente en estas mismas líneas os vamos a hablar de algunos trucos que podéis emplear para acelerar este proceso. Además, hablamos de medidas en absoluto complicadas y que podéis llevar a cabo incluso si no tenéis demasiada experiencia en el uso del equipo.
Medidas a tomar para mejorar el arranque de Windows
Y es que con el paso del tiempo y el uso del propio sistema operativo, en muchas ocasiones poco a poco notamos cómo cada vez tarda más en arrancar. Son varias las razones de todo ello y las soluciones que podemos emplear para devolver al software casi a sus primeros días, al menos en cuanto a funcionamiento y arranque.
Activa el modo de inicio rápido de Windows. Este es un truco que podemos llevar a cabo de manera rápida y sencilla para acelerar el arranque del sistema. Es una función integrada que permite que el PC arranque más rápido cargando determinados procesos desde un archivo en lugar de hacerlo desde cero. Esta función puede acarrear algunos problemas al actualizar el sistema. La razón de ello es que el inicio Rápido no apaga y enciende completamente el equipo. Para activarlo, abrimos el de control y en Sistema y seguridad pinchamos en Opciones de energía donde ya podemos activar este modo.
Elimina aplicaciones de inicio. En ciertas ocasiones, cuando instalamos nuevas soluciones software en nuestro ordenador, automáticamente se configuran para arranque del PC con Windows. Además, es muy importante plantearnos cambiar los discos duros viejos por unidades SSD. Estas son infinitamente más rápidas que los anteriores, y son vitales para garantizar que el ordenador arranque, y funcione, lo más rápido y fiable posible.
Instalar las actualizaciones de Windows también nos puede ayudar a optimizar al máximo el rendimiento del PC, ya que muchos de los parches incluyen cambios y optimizaciones que nos ayudarán a garantizar el perfecto funcionamiento del equipo. Además de los propios parches de Windows, también es recomendable instalar las actualizaciones de los programas que tenemos instalados (sobre todo los que sí se abren al inicio de Windows), y también los drivers del ordenador, sobre todo los del chipset y la gráfica, ya que influyen mucho en la velocidad de inicio del PC.