El protector de pantalla de Windows dejó hace muchísimos años de ser de utilidad y, de hecho, aunque está disponible de forma nativa tanto en Windows 10 como en Windows 11, ninguno de estos lo activa de forma predeterminada, como si sucedía cuando los monitores eran de tubo. Conforme los monitores de tubo fueron evolucionando hasta los monitores planos de LCD, se implementaron medidas de control de energía para estos se apaguen automáticamente transcurrido un determinado espacio de tiempo y evitar que determinadas zonas de la pantalla se quemen como sucedía con los monitores CRT.