Internet Explorer nos ha acompañado muchos años. E incluso hubo un tiempo en el que era el rey de los navegadores, llegando a acumular incluso más cuota de mercado de la que, ahora mismo, puede tener Google Chrome. Sin embargo, desde la llegada de Chrome, IE no ha hecho más que caer en picado. Tras varios intentos por intentar resucitar al navegador, al final la compañía decidió darle de lado en su versión 11 y empezar de cero con el nuevo navegador que todos conocemos: Edge.
Además, Internet Explorer es un navegador antiguo y que, aunque aún no ha desaparecido, lleva tiempo sin tener un soporte adecuado. Por tanto, usarlo para navegar solo nos puede traer problemas, ya que, si nos topamos con una web maliciosa, esta logrará tomar el control de nuestro PC.
Seguramente, en las próximas actualizaciones de Windows 11, este navegador desaparecerá por completo. Sin embargo, mientras esto ocurre, como curiosidad, está bien poder disponer de este clásico navegador que, sin duda, forma parte de la historia de Internet.