Editar vídeo puede parecer a muchos s una tarea complicada, reservada sobre todo para profesionales. Sobre todo, cuando hablamos de vídeo en alta calidad y a resoluciones grandes, como el 4K. Sin embargo, hoy en día existe una gran cantidad de herramientas que permiten a cualquiera editar sus propios vídeos a máxima resolución, incluso sin tener conocimientos previos de edición. Eso sí, para poder hacerlo necesitaremos, por un lado, tener un hardware adecuado para esta tarea (como un monitor 4K y una gráfica que soporte esa resolución) y, por otro lado, usar un software que nos permita editar sin problemas, como es el caso de Filmora.
¿Qué es el 4K?
Antes de entrar en materia, vamos a analizar qué es este concepto. 4K es un nuevo tamaño de imagen de alta calidad. Un fotograma en
Ventajas del 4K
Sin duda, la principal ventaja del 4K es poder ofrecernos más detalle y mayor calidad de imagen y efectos. Además, gracias a esta resolución vamos a poder usar pantallas más grandes (de 50 pulgadas, e incluso más) sin notar pérdida de calidad. Un contenido a 1080 en una tele tan grande haría que se viera todo borroso y «agrandado».
El códec H.265, también conocido como HEVC, usado en este tipo de contenido es capaz de duplicar la relación de compresión frente al H.264. Además, gracias a las tecnologías como el HDR es posible conseguir colores mucho más realistas y luminosos que nos permitirán aprovechar mucho más la calidad de estos es.
Inconvenientes
Aunque sí es verdad que este formato trae importantes ventajas, también debemos tener en cuenta algunos inconvenientes. Especialmente a la hora de editarlo y transmitirlo a través de Internet. El 4K ocupa mucho más espacio que el 1080p, por lo que para editarlo necesitaremos más espacio y un ordenador más potente. La profundidad de color en los monitores y las teles 4K puede llegar incluso hasta los 12 bits.
Además, si vamos a transmitir contenido 4K a través de Internet debemos tener una conexión más rápida y estable (al menos de 25 Mbps) que nos permita aprovecharnos de esta resolución. Y también necesitaremos un procesador más potente, para reproducir este contenido en tiempo real, y un monitor 4K que nos permita apreciar adecuadamente la calidad de imagen.
Por último, hay que indicar que una tele o un monitor 4K son más caros que los modelos Full HD (1920×1080 pixeles).
Elegir un buen monitor 4K
Aunque hasta hace no mucho las teles y los monitores 4K eran muy caros, estando fuera del alcance de muchos, actualmente es posible comprar monitores de muy alta calidad por muy poco. Lo que debemos tener en cuenta a la hora de elegir uno de estos monitores es que tengan un LED, que su frecuencia mínima sea de 60 Hz y que, además, tengan un aspecto 16:9 para poder editar vídeo sin problemas de deformaciones de imagen.
Un monitor para edición de vídeo 4K que podemos elegir es este Samsung U28E570. Este monitor de 28 pulgadas tiene un tiempo de respuesta de 1 ms, un aspecto de 16:9 y es capaz de conseguir resoluciones hasta a 4K con una frecuencia de refresco de 75 Hz y un contraste 1:1000. Tiene dos HDMI y un DisplayPort.
Si no te gusta Samsung, otra alternativa que podemos elegir es LG 27UL500-W. Esta pantalla es un poco más pequeña que la anterior, pero cuenta con un IPS que nos ofrecerá una resolución 4K UHD con una tasa de refresco de 60 Hz. Su tiempo de respuesta son 5 ms, cuenta con una relación de contraste 1:1000 y se conecta a través de un puerto DP.
Por último, otra alternativa más, para los que buscan un monitor gaming 4K con HDR, es BenQ EL2870U. Esta pantalla de 28 pulgadas tiene una relación 16:9 y nos va a permitir aprovechar al máximo su 4K, tanto por su IPS de 1 ms como por la posibilidad de activar el HDR desde Windows para unos colores más vivos.